Parte del ciclo que reúne tres Seminarios creados entre el 2012 y 2015 por Millaray Lobos García en Teatro la Memoria.
Las imágenes son alusiones a las ideas trabajadas y no un registro (no tomábamos fotos :)
Presentación
Por Millaray Lobos García
“…El sí es más vasto que el narrador que dice yo”
Siri Husbelt
“Conócete a ti mismo…” Y la frase continúa así: “y conocerás al mundo…”. Es la exploración de esa pluralidad contenida en lo íntimo lo que nos interesará tratar. Tomando como prisma desde donde observar mecanismos donde la multiplicidad interior se despliega, la cuestión de la Traducción en sus múltiples sentido es aquí la que me interesa.
El seminario es una investigación acerca del presente escénico como potencial de cristalizaciones formales de un fondo inagotable de relaciones latentes. La idea de una identidad fija se disuelve, el yo del actor deviene otros y la memoria nos aparece como una actividad y no como un contenido.
La emergencia de esas potencialidades pasa por el cuerpo del actor y su capacidad, en presente, de generar relaciones nuevas a partir de contenidos preexistentes dando, por instantes comprensivos, con la novedad, con la creación. Es el arte de la improvisación: recomposición inagotable.
Creemos en el actor como creador, como vector por quien vienen a la presencia escenas ausentes generando así un tiempo, una situación actual que contiene a la vez otros tiempos y otros espacios.
La escena la entenderemos como un teatro de operaciones mentales. el sentido como un elemento de posibles y no como objeto fijo. La identidad del actor, como un devenir constantemente otro, como cuerpo de acogida del otro en sí. El proceso mimético operante en la percepción genera un deseo de transmisión, de creación, de comunión. Así una obra genera otra, la disemina.
En ese contexto, el cuerpo es la materia en donde ese acto de trascendencia ocurre. El cuerpo como territorio. El acto creador como una impulsión del que no somos necesariamente autores sino pasantes.
Trabajaremos entonces a partir de materiales de la memoria de los actores y, eventualmente, de algunos textos u obras preexistentes que emerjan como resonancia de lo que esos materiales permitan desplegar durante las improvisaciones.
Esos materiales se constituirán en relatos de experiencias íntimas, pero no personales en un sentido sicológico, vinculados a momentos de experiencias estéticas de los actores como espectadores.
Otras puertas de acceso a momentos en que algo “ocurrió” en ellos serán exploradas en función de lo que la investigación misma nos sugiera.
Siguiendo la premisa de la investigación abierta a acoger lo que su propio desarrollo haga emerger, sin resultados en miras, es posible que demos con cruces posibles entre los diversos relatos de cada actor conducentes a pequeñas construcciones escénicas comunes.
Observaremos la transformación de las huellas, a su vez, en gesto creativo del cuerpo.
El cuerpo, entonces, como elemento catalizador en donde la identidad, la memoria, desaparece a la vez que se afirma en tanto pura experiencia sensible.
Este seminario intentará desarmar las conexiones pre hechas. La cuestión siempre, en definitiva, de volver a las cosas. Volver a las partes para darles la posibilidad de re articularse, en nosotros.
Nuestras premisas de investigación circularán entre nunca es otro que la transmisión, como compartimos la experiencia de nuestra condición. Transmitir al espectador su propia facultad de creación, de reapropiación de las formas que emergen en el arte.
Mediante la mimesis del actor-creador con su recuerdo, lo que se pone en marcha es un mecanismo de creación común. Tocar a la vez en el creador y en el espectador un mismo lugar de la consciencia. Abrir el espacio de transformación que se abre en el actor al espectador compartiendo de esa manera un espacio y un tiempo sensible. Hacer de esa exigencia una exigencia común al actor y al espectador en un ejercicio de comunión. La escena emerge CON el paisaje en el que se instala. El cuerpo deviene ese paisaje en donde lo que ocurre, lo “haciéndose” toma forma.
"...el momento de fragilidad de la identidad en donde podemos atravesar todo género e historia, en que podemos pasar de un punto a otro punto por la sola alquimia operando en el actor-ice. Acceder a otra cosa que uno en uno es la experiencia más bella a la que se puede acceder en escena. Y ese acceso tiene que ver con nuestra capacidad de acogida de todo lo que ocurre, sin prejuicio de frontera identitaria" (extracto entrevista a Millaray Lobos García acerca de estos trabajos)
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